Todo sube, salvo nuestros
ingresos…
A partir de hoy los taxis porteños
cuestan un 21 por ciento más. La
bajada de bandera trepó a 4,60 y
la ficha a 0,46. Sumado al batacazo de hace
unos días a los peajes, los alquileres
altísimos, la comida por las nubes,
llegamos a una triste conclusión:
la crisis la seguimos pagando los trabajadores.
Los nuevos
valores para los taxímetros fueron
fijados en una audiencia pública
el mes pasado donde participaron funcionarios
del Gobierno de la Ciudad y las organizaciones
de taxistas. La bajada de bandera costará
4,60 pesos y la ficha pasará de 0,38
a 0,46, lo que significa un 21% de aumento
a pesar de que los taxistas reclamaban un
30%.
Mientras hace poco más de una semana
los peajes se incrementaron entre un 50%
y un 266%...
La gestión
de Mauricio Macri apunta a “desalentar
el uso de automóviles en la ciudad”.
Cobra estacionamientos donde antes era gratuito,
andan las grúas privadas de STO y
SEC quitando autos cuando están mal
estacionados -aunque sea por centímetros-,
y ponen multas por doquier.
Es raro que hayan admitido
semejante suba a los taxis en este contexto,
porque podrá lograr que la gente
se cuide más al momento de subirse
a un taxi, pero en todo caso alentará
a usar el automóvil propio.
Y con la suba de
los peajes el resultado no fue para nada
descompresión del parque automotor,
sino todo lo contrario, los vehículos
que evitaron peajes, según un reciente
informe el 5 por ciento, se desvían
por avenidas de la ciudad con lo que han
sobrecargado aún más el ya
entorpecido tránsito citadino.
La única
realidad es que todo sube, salvo el poder
adquisitivo de los trabajadores, cuentapropistas
o jubilados que seguimos pagando la crisis.
U.K.
Buenos Aires, 17 de diciembre
de 2009