Toma
de viviendas en Bajo Flores
Habitantes de la Villa 1-11-14,
durante la madrugada de
viernes, ocuparon un complejo
de viviendas en la zona
de Bajo Flores, desalojaron
los departamentos luego
de que el Instituto de la
Vivienda de la Ciudad (IVC)
realizara un censo de los
ocupantes. El gobierno porteño
cree que hubo “zona
liberada” de la policía.
Desaparecieron
griferías y calefones
durante la toma. Hay sospechas
de manejo político,
debido a la proximidad de
las elecciones.
Un grupo
de 250 personas irrumpieron
-alrededor de las 2 de la
madrugada- en el barrio
donde se levantaron 110
departamentos en bloques
de cuatro pisos, ubicados
en la intersección
de las calles Bonorino y
Riestra. Los beneficiarios
de las viviendas realizaron
la denuncia y la Justicia
ordenó el desalojo,
por lo que efectivos policiales
vallaron el lugar, lindero
con la cancha del club San
Lorenzo de Almagro.
A lo largo
del día se vivieron
momentos de tensión.
En uno de los ingresos a
la villa, frente al estadio,
un grupo de jóvenes
formó una barricada
con maderas y palos. Por
otro lado, rompieron botellas
para impedir el ingreso
de los patrulleros. Desde
ese lugar, un grupo de chicos
arrojó piedras contra
los efectivos. A media tarde,
quemaron gomas y cortaron
la avenida Perito Moreno.
Al
final, se acordó
realizar un censo "para
conocer las necesidades
de cada uno", según
dijo el abogado Roberto
Medina, que actuó
como mediador. Desde el
IVC, prometieron “adjudicar
las viviendas a sus verdaderos
dueños en 45 días”.
El
acuerdo se logró
alrededor de las 6 de mañana,
tras varias horas complicadas.
El fiscal contravencional
y funcionarios del IVC,
ante la gravedad de los
hechos, acordaron una reunión
con Roberto Medina, representante
legal de los ocupantes,
se hizo presente en la comisaría
34. Medina afirmó,
tras el encuentro, que los
ocupantes iban a aceptar
retirarse de los departamentos
“una vez que el IVC
cumplimente un censo con
cada uno de ellos para poder
estudiar caso por caso y
otorgarles o no una vivienda".
Una
vez concluido el censo,
los ocupantes liberaron
la toma, bajo la promesa
de que iban a ser tenidos
“en cuenta para futuras
adjudicaciones”. Algunas
de las personas debieron
ser retiradas por la policía,
ya que no querían
abandonar las viviendas.
Este
hecho rememora una situación
pasada: en la víspera
de las anteriores elecciones
porteñas, el entonces
jefe comunal Jorge Télerman
tuvo que soportar una situación
de estas características.
Debido a esos similares
hechos en edificios del
IVC y el Fonavi, se llegaron
a manejar versiones sobre
una "jugada política"
frente a las elecciones
de 2007 ¿Cuánto
habrá de eso en este
año electoral?
J.M.C.
Buenos
Aires, 4 de abril del 2009