"Macri
quiere cobrar el aire que
respiramos"
Venimos recibiendo correos
y comentarios de vecinos
furiosos por los nuevos
parquímetros que
cobran lo que antes no tenía
costo. El Gobierno porteño
-luego de quitar parquímetros
en las zonas céntricas
donde ahora para estacionar
hay que ir a un garage-
colocó estas tragamonedas
por barrios aledaños,
como el Abasto.
Los
vecinos, trabajadores y
comerciantes del Abasto
y barrios circundantes están
furiosos
por la acción del
Gobierno porteño
de instalar parquímetros
en varias calles del barrio.
Luego
de quitar los parquímetros
de las calles céntricas
la intención es reubicar
estos 1.500 espacios de
estacionamiento medido en
los barrios que bordean
el macrocentro. Con el tiempo
no sería de extrañar
que le toque también
a barrios lejanos como Lugano
o Villa Pueyrredón.
Por ahora, nos tocó
a nosotros. Nos cobran para
estacionar sobre Valentín
Gómez, desde Gallo
hasta Pueyrredón,
y en varias de las transversales,
como Agüero, Jean Jaurés
y Boulogne Sur Mer. Y lo
inmediato sería toda
la zona perimetral del shopping
Abasto.
Las
maquinitas cobran $1.40
la hora y permiten tiquet
por hasta cuatro horas.
El negocio lo manejan dos
empresas privadas
que se reparten el sistema
de estacionamiento controlado
y a su vez acarrean los
vehículos cobrando
por dicho “servicio”
190 pesos.
Otros
barrios víctimas
de este tipo de recaudación
son San Telmo y Recoleta.
Un vecino del
último barrio, por
la zona de las avenidas
Santa Fe y Pueyrredón,
nos cuenta –luego
de explicar que no todos
los que viven ahí
son adinerados– que
solía estacionar
por Mansilla. Ahora, con
este nuevo sistema se ve
obligado a buscar un garage,
lo cual le implica un costo
adicional que no sabría
si lo puede afrontar, pero,
lo que es más grave,
¡no hay garages por
la zona con disponibilidad!
Angustiado pone “¿qué
hacemos, no hay lugar en
los garages privados, en
la calle no hay lugar, pero
si encontrás uno
tenés que pagar,
pero plata no tenés,
cómo solucionamos
ésto?”. Y propone
crear un blog para combatir
esta injustita, aunque lo
único que deja es
su correo electrónico:
[email protected].
Otro
vecino, Juan, cuenta
que todos los días
viene de Parque Avellaneda
a trabajar en el vecindario
del Abasto con su vehículo.
Pero previamente deja a
sus hijos en el jardín
y en la escuela y a su esposa
en su trabajo. “Nuestro
traslado diario en taxi
o remís saldría
una fortuna, imposible de
afrontar. En medios de transporte
público se viaja
como ganado y con niños
chicos, mochilas y portafolios
es directamente inhumano.
Hasta nos han pungueado.
Para mí el auto es
una herramienta imprescindible
y no me cuesta, o digamos,
costaba tanto. Lo podía
afrontar. ¿Pero ahora?
No tengo capital
para cochera, ni garage.
Siento que me están
cobrando por el aire que
respiro... Macri quiere
cobrar el aire que respiramos”.
En
fin. Una clara medida
contra la clase trabajadora.
Va a estar bueno,
Buenos Aires. ¿No?
R.S.
Buenos
Aires, 25 de noviembre de
2008
Nota
relacionada: Parquímetros
en zonas hasta ahora gratuitas