Una
gran ventana para el Edificio del Plata
Desde el sábado 4 de julio, la fachada
del Edificio del Plata, Carlos Pellegrini
211, está cubierta por la obra Ventana,
del artista Max Gómez Canle, reproducida
sobre una tela de 88 metros de ancho por
34 metros de alto en lo que será
la continuidad del proyecto Arte en el Plata.
Arte en
el Plata había comenzado en octubre
de 2008 con la obra Velocidad, de Fabián
Burgos, y prosiguió el 8 de marzo
de este año con Siesta, de Guillermo
Ueno. Esta es la tercera de cuatro obras
programadas por los ministerios de Cultura
y de Espacio Público de la Ciudad
de Buenos Aires y la Fundación Banco
Ciudad.
Desde prensa
del gobierno porteño sostienen que
“con un grado inusual de refinamiento
técnico, las obras de Max Gómez
Canle combinan referencias de la historia
del paisaje, la pintura metafísica,
la tradición del arte concreto argentino
y el surrealismo, una amalgama de fuentes
que transforma a este pintor en uno de los
artistas más personales de la escena
argentina actual”.
Y cuentan que Ventana
fue concebida especialmente para imprimirse
en la fachada del Edificio del Plata, pero
que, sin embargo, “forma parte de
una serie preexistente de pinturas que representan
el contorno de una abertura, la ´ventana´
de un espacio oscuro, a través de
la cual se ve un paisaje”.
La curaduría
estuvo a cargo de Eva Grinstein e Inés
Katzenstein.
La obra ocupa una
superficie de 2992 m² y está
impresa sobre una lona vinílica micro
perforada que se caracteriza por ser menos
resistente al viento y más liviana
que una tela común. Además,
no clausura la entrada de luz, actúa
como “media sombra” cuando se
interpone al sol, sin obstruir la vista
desde adentro del edificio hacia fuera.
Según prensa
porteña el ministro de Cultura del
Gobierno de la Ciudad, Hernán Lombardi,
expresó al referirse a esta tercera
etapa de Arte en el Plata: “Creemos
firmemente en el vínculo entre el
arte y el paisaje urbano y por eso seguimos
con este tipo de actividades que indudablemente
enriquecen a la ciudad y a quienes la recorremos.
Esta intervención urbana desde el
arte es un mensaje estético, un mensaje
diferente que invita a detenerse para contemplar
la obra y experimentar emociones que en
alguna medida modifican el interior de cada
uno de los espectadores, porque el arte
debe servir para ampliar el horizonte espiritual.”
U.K.
Buenos Aires, 6 de julio del 2009