Bauen, hotel internacional
de Balvanera, sin patrones
Una
cooperativa que se asienta
Encuentro con
Marcelo Ruarte, el primer presidente de
la cooperativa del Bauen y actualmente
uno de los encargados de prensa del hotel
recuperado por sus trabajadores.
El hotel fue proyectado en el año
1976, y construido en 1978 como necesidad
del mundial de fútbol por la empresa
Bauen S.A. y su presidente Marcelo Iurcovich,
que tenían fluidos contactos políticos
y comerciales con la dictadura militar.
Su construcción se dio a través
del préstamo Banco Nacional de
Desarrollo (BANADE) el cual nunca fue
pagado. En el año 1997 Iurcovich
realizo una operación de venta
al grupo económico Solari S.A.,
de origen chileno, que gestiono al hotel
hasta el año 2001 donde se decretó
la quiebra. Precisamente el 28 de diciembre
de ese mismo año el Hotel Bauen
cerró sus puertas dejando a decenas
de trabajadores en la calle.
El 21 de marzo de 2003 se llevó
a cabo la recuperación del hotel
gracias a sus empleados y por la ayuda
del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas
(MNER). Con el correr del tiempo y con
la ayuda de otras cooperativas el Bauen
abrió sus puerta a mediados del
2004. “Lo mejor que nos pudo pasar
a los trabajadores, es haber vuelto a
este lugar donde uno estuvo mucho tiempo
subordinado”, dice Marcelo Ruarte,
el primer presidente de la cooperativa
del Bauen y actualmente uno de los encargados
de prensa y difusión del hotel.
El cooperativismo “recuperador”
de empresas se inició en nuestro
país a fines de los noventa y principios
del 2000 con fábricas como la de
aluminio de Almagro, IMPA (véase
tapa), que fue recuperada por sus trabajadores
de una anterior cooperativa en 1998; la
ex Gip-Metal S.R.L. ubicada en la localidad
de Sarandí en la Provincia de Buenos
Aires; y otras como Brukman en Balvanera;
Grissinópolis en Villa Crespo y
una muy grande que alimenta un pueblo
entero: Cerámica Zanón en
Neuquén que en el 2002 se convirtió
en Fasinpat, Fábrica Sin Patrón.*
El cooperativismo marcó un cambio
en la sociedad y en la mentalidad del
trabajador. En aquellos años, y
más con la crisis del 2001, muchas
fábricas y empresas quebraron dejando
a su suerte a miles de trabajadores. Muchos
quedaron en la calle y otros optaron por
quedarse y autogestionarse. “No
hay otro marco legal para conservar el
puesto de trabajo sino es por la forma
de cooperativismo”, agrega Ruarte.
Cuando los trabajadores decidieron volver
y manejar la empresa tuvieron muchos obstáculos.
“No teníamos acceso al crédito,
y en el rubro hotelero-gastronómico
para ser competitivo teníamos que
invertir. Si los colchones eran viejos
había que cambiarlos”, comenta
Marcelo. “Con respecto a los proveedores
costó muchísimo recuperarlos
y ganarse nuevamente su confianza”.
Encima “uno llega a su casa a un
horario donde tu mujer y tu hijo están
durmiendo. Sin embargo, también
tiene su ventaja, y es la mejora del bienestar
y la libertad de los trabajadores. La
autogestión es el enlace del laburo
y los tiempos del ser humano” explica
Diego Ruarte, hijo de Marcelo y encargado
de prensa y difusión del hotel.
“A pesar de la falta de regularidad
del estado que no toma la posición
política de regularizarnos, y la
justicia que arremete a las empresas recuperadas,
lo patético es que nosotros tenemos
como clientes a todos los ministerios”,
comenta Marcelo sonriendo.
El “a mí nunca me van a echar”
o la cultura del trabajo en forma dependiente
que nos inculcan en nuestras cabezas desde
chicos, son obstáculos pero no
frenos para revertir y dar batalla en
un mundo tan cambiante e inestable al
cual vivimos. Las necesidades cambian
al igual que los planes para satisfacerlas.
El cooperativismo es uno de ellos.
En la actualidad las cooperativas de todo
el país se agrupan en la Confederación
Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).
Esto significa que si en el año
2000 comenzaba un proyecto, luego de 12
años se transformó en una
organización que no solo es a nivel
nacional sino que esta sujeta también
internacionalmente por la Organización
Internacional de las Cooperativas de Producción
Industrial, Artesanal y de Servicios (CICOPA).
“Lo que tenemos está bien,
lo que hay que hacer es mejorar”.
Federico Aizen
[email protected]
Revista El Abasto, n° 144 , junio 2012.