Desbordados
Lunes de 19 a 20 – Radio Palermo FM
94.7
Apenas comienza, promete encarar los hechos
“sin acartonamientos, con la dosis
de humor necesaria para que la realidad
no duela”. Desbordados es un programa
de actualidad que “procura mitigar
tus desbordes”, como lo reitera hasta
el cansancio uno de sus conductores, Alejandro
Matvejczuk, quien está acompañado
por Eduardo De la Fuente. Desbordados es
un envío de El Tablero Producciones
y se emite los lunes de 19 a 20 por Radio
Palermo FM 94.7. La locución está
a cargo de Romina Aldana y la operación
técnica, de Rocío Alonso.
En tanto, Florencia Martínez y Valeria
Bottarelli son las productoras.
El programa se jacta
de ocuparse de los temas relevantes, “los
que importan sin hundirte en la información”,
consigna que se acerca bastante a la realidad.
Un ejemplo en este sentido lo constituyen
las últimas emisiones de 2013 y las
primeras del año siguiente, dedicadas
a desplegar las perspectivas para 2014 desde
el punto de vista político, económico
y hasta astrológico. Con ese fin
se entrevistaron a diversos representantes
de esas áreas, incluida la pintoresca
pitonisa Jimena La Torre. Así, se
escuchó al analista Jorge Giacobbe
decretar el fin del kirchnerismo, a su colega
Carlos Germano señalar que la política
está colapsada y va detrás
de los acontecimientos; en tanto, la consultora
Celia Kleiman mostró su alarma ante
la falta de gestión del gobierno
nacional –refiriéndose a la
desaparición de la escena de la presidenta-
y anunció un 2014 de final abierto,
dejando a los oyentes con más inquietud
que tranquilidad. También
se abordan cuestiones relativas a la salud.
Los temas se desarrollan
extensamente, con reportajes a personalidades
conocidas y autorizadas, aunque a veces
las charlas se vuelven demasiado largas
y son difíciles de seguir. Pareciera
que a cada asunto le corresponde un entrevistado,
una fórmula inamovible que termina
afectando el interés que puede despertar
el programa. De este modo, Desbordados se
convierte en un producto chato, anodino,
falto de innovación y frescura. Los
conductores deslizan algunas ironías
al pasar pero en ningún momento plantean
una opinión formada y con argumentos
sobre algún hecho; todo se deja en
manos de los entrevistados, una verdadera
debilidad del programa.
A esto se suma la presencia
de un periodista capaz y preparado como
Matvejczuk pero que carece de una clara
dicción para radio, y otro como De
la Fuente, con un tono cansino y poco convincente.
En ocasiones se repiten entrevistados como
el economista Daniel Marx, con el cual se
habló dos veces en quince días,
lo que demuestra una falta de superación
por parte de la producción. Por más
prestigioso y renombrado que sea quien se
convoca, una premisa básica es diversificar
los invitados como una forma de imprimir
aire puro a la propuesta.
Matvejczuk se despide
diciendo que “la próxima lo
haremos mejor”. Una apreciable autocrítica.
Laura Brosio