Está en Sánchez de Bustamante 730 y forma parte del corredor gastronómico de la calle Guardia Vieja. Once cooperativistas llevan adelante esta idea que mecha actividades culturales y barra popular. “La gente se siente bien porque estamos contentos de trabajar en forma horizontal”, explican sus hacedores.

Cerveza fría, torneos de truco los martes a la noche, la vereda siempre llena, precios populares, luces tenues y banderines en la puerta, músicos ambulantes que tocan sus canciones en el cordón. El bar cooperativo El Canario Rojo está hecho de miles de momentos comunitarios. “Somos un vecino más de la cuadra”, dicen los hacedores de uno de los bares culturales más jóvenes del Abasto o Abastocity, como le renombraron. Emprendieron el desafío de abrir puertas en diciembre de 2013 y desde entonces desarrollan la actividad bajo la forma “sin patrones, sin explotadores ni explotados”.
     Lo que empezó como el sueño de cuatro compañeros de militancia, luego tornó en un proyecto con más gente y, sobre todo, con la respuesta de los vecinos y todos aquellos que deciden pasar sus noches de fin de semana en el barrio. “La gente que viene acá nos dice que la pasa bien y se siente cómoda porque nos ve y nos siente a nosotros trabajar bien, es porque estamos contentos del clima que se genera al estar comprometidos en este proyecto cooperativo”, nos cuenta Martina Propedo, quien está hace nueve meses en El Canario.
     “Te das cuenta que los tiempos son distintos. Cuando tenés un emprendimiento cooperativo tardás más al principio, es distinto a un trabajo bajo reglas capitalistas, pero luego toma mayor potencia”, agrega Martina. La dinámica que adoptaron es dividir las tareas en “ministerios”: difusión, administración, atención al público, entre otros. Las tareas se reparten, pero la responsabilidad es común, aseguran como pilar del proyecto.
      Cuando Martina habla de mayor potencia, se refiere a las mesas llenas los fines de semana, los músicos callejeros que hacen escala allí para entonarse unos temas ante los parroquianos de ocasión, a las decenas de recomendaciones que hay sobre el bar en redes sociales. “Me encanta el lugar. Lo vi gateando dejando su baba cual bebé. Ahora se yergue sobre unos cimientos de cordialidad y una atención amena”, “Los mejores precios y la mejor onda”, “Siempre muy buena onda y buena gente”, “¡Lleva amor, contención, inspiración, amistad y precio! ¡No dude en volver!”, y tantos otros elogios más.
      Antonela está hace dos años en El Canario y asegura que el vínculo con otros bares del corredor de Guardia Vieja es sólido. También que el vínculo con los vecinos de la cuadra está hecho a la vieja escuela: “En el barrio está la relación inevitable de que somos un bar que abre hasta tarde, pero más allá de eso, la relación es buena. Somos un vecino más. Les tocamos el timbre a los vecinos, los saludamos por las fiestas. Hay un vínculo cotidiano con la gente de la cuadra; también con sus personajes”. Entre los habitúes mencionan al Sindicato de Borrachos del Abasto, cuarteto tanguero que hace gira por los boliches del barrio a la gorra.
Los visitantes, los vecinos, los otros bares, las propuestas culturales, el día de trabajo mismo. Son los condimentos que hacen a este bar mantenido con el esfuerzo común de once laburantes del Abasto. “Lo bueno es que desde que empezó todo se sumó gente convencida de este proyecto que sigue adelante”, concluye Antonela.

J.M.C.

Fiesta el 27
Para celebrar los tres años de vida, en El Canario harán el día 27 a la tarde un gran festejo abierto a la comunidad.

Esquina Rebelde
Hace poco tiempo abrió sus puertas la Esquina Rebelde, ubicada en una de las ochavas de Sánchez de Bustamante y Humahuaca. Nos contaron que varios de los integrantes trabajan en la cooperativa del bar Canario Rojo y militan en la esquina: “Convencidos de que la educación y la cultura popular son armas de transformación, de construcción de otras relaciones sociales, y por qué no, de otras realidades”.
Sostienen que la cultura no es un mero objeto de consumo sino una “herramienta de creación colectiva, transformadora y liberadora”. La propuesta de la Esquina es “crear un espacio donde podamos compartir nuestras expresiones, nuestros saberes, nuestras culturas”.
Pretenden que la Esquina será un espacio donde “se alimente el espíritu crítico y transformador”. Invitan a los vecinos a participar de talleres y actividades “así como acercar sus propuestas”.
La Esquina está conformada por la Corriente de Organizaciones de Base La Brecha.

Vecinos a destiempo
Del 2001 al 2007 la redacción de la Revista El Abasto fue justo detrás de este local. S. de Bustamante 736.

El Bauen por El Canario
Al saberse de la expropiación final del hotel de Callao 360, en el bar de la calle Bustamante escribieron: “Levantamos la persiana con un notición que nos alegra el alma Canaria, y nos da más fuerza para seguir volando. Bauen es de sus trabajadores. Saludamos, felicitamos, admiramos a estos compañeros, ejemplo de lucha, resistencia y perseverancia. Por trabajo sin explotadores ni explotados”.