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La nueva versión del Museo Casa Carlos Gardel cosechó crÃticas en cuanto a la pérdida de calidez, pasando de casa a museo, y además cuestionamientos relativos al análisis historiográfico
Encuentro con el vecino músico trompetista Miguel Ãngel Tallarita
Dos parques y un centro de comercio peatonal
En el número pasado presentamos la nueva propuesta curatorial del Museo Casa Carlos Gardel. Reconocimos logros en lo que respecta a la implementación de lo interactivo, entre ellos la versión completa de los temas grabados por el Morocho el Abasto. Sin embargo, sabemos que muchos se han molestado por la pérdida de la “casa” convirtiendo el espacio en lo que en términos sociológicos se definiría como un “no lugar” (véase recuadro). Y, como si fuera poco, nos había hecho ruido que se omitiera completamente la posibilidad de que Gardel haya nacido en Tacuarembó. Así es como conectamos con la correntina Martina Iñiguez que es una de las estudiosas sobre este tema en particular, con arduos trabajos que incluyen documentos, análisis minuciosos de fotografías y otros metieres de índole detectivescos con el único y apasionante objetivo de conocer la verdad.
Le disparo a Iñiguez: Usted que ha estudiado el tema, qué opinión le merece que la nueva curatoría del Museo Casa Carlos Gardel presente como única e indiscutible el nacimiento en Toulouse el 11 de diciembre de 1890, omitiendo la posibilidad de otra fecha y lugar de nacimiento como sostienen algunos que señalan a Tacuarembó como su lugar de nacimiento.
“Lo que puedo decirte, por el momento, es que la versión de la biografía francesa que un conjunto de burros estampó en la pared del Museo de Jean Jaurès, no solamente es falsa sino que caducó hace muchos años. El hecho de que haya sido suprimida la foto escolar de Carlitos Gardel, en la que aparece cursando primer grado en Montevideo, ya es un indicio clarísimo de que quien armó la historieta que allí cuentan fue alguien que además de ignorante es un tramposo, que en su fuero íntimo sabe que esa foto es una prueba irrefutable de que Gardel pasó parte de su primera infancia en Montevideo, lo que hace imposible que se tratara del hijo francés de Berta Gardes…”
“El "asesor" de Horacio Rodríguez Larreta y Guillermo Alonso fue el inepto Enrique Espina Rawson, el que además de dejar el Mausoleo de Gardel (Chacarita) en un estado de completo abandono, sustrajo del mismo los objetos y cubre ataúdes que no le pertenecían, quien debe explicar también dónde están los objetos originales del Museo de la Casa de Gardel que ya no están allí exhibidos.”
Le cuento a Martina que la última entrevista en vida que se le hizo a Chichita Razzano, una de las dos hijas de José, el oriental, se la hice para este medio (junio, 2007) y ahí ella juró y perjuró que Gardel había nacido en Toulouse.
Iñiguez sostiene que Chichita se crió con esa mentira: “Cuando Gardel murió y (Armando) Defino comenzó la campaña para convertir a Gardel en el hijo de Berta Gardes, Razzano se quedó al acecho. Mientras Berta vivió mantuvo silencio, pero al morir Berta enfrentó a Defino diciéndole o le vendiera los derechos de Gardel calculando pagarlo con el cobro de los mismos o "destapaba el tarro". El coleccionista Juan Moreno Gómez, a quien Adela Defino invitó a pasar varios días en su casa vio la carta. Así fue que Defino eligió "beneficiar" a su más acérrimo enemigo.”
¡Ésto es muy fuerte! ¿Cómo se demuestra?, exclamo.
“También la célebre Olga Orozco, en artículo publicado en el Suplemento de La Nación del 23 de junio de 1985, manifiesta sus dudas sobre Defino: «Se acusa a Defino de haber fraguado el testamento de Gardel (…) por ser el albacea de doña Berta, que lo nombra, a su vez, heredero universal.»
”Y pone el dedo en la llaga cuando, refiriéndose a la venta de los derechos de autor de Gardel, dice muy enfáticamente que los vendió «por un plato de lentejas». El episodio fue la culminación de toda la trama montada alrededor del tristemente famoso «testamento». Muerta la Gardes y Defino con todos los bienes, recibe la visita de los señores Francisco Canaro y Mario Benard quienes, representando a José Razzano, acérrimo enemigo de Defino, le reclaman venda a éste los derechos de autor de Gardel. El episodio resulta de antología pues Canaro y Benard eran presidente y asesor jurídico, respectivamente, de SADAIC, en cuyos estatutos se prohíbe expresamente dicha venta, y resulta así inconcebible que se prestaran a una operación manifiestamente ilegal, ocupando cargos de tal jerarquía.
”Defino explica así las cosas en su libro: «(…) hice renunciamiento por monedas (textual) y deliberadamente en favor de quien se había cobijado bajo el amparo de Carlos, y que lamentaba no tener otros medios y una familia que mantener.»
”Dice después: «Desde luego, mi generosidad no fue espontánea. Me indujeron a ella algunas personas, entonces encumbradas en SADAIC (Canaro y Benard), que me hicieron ver los apremios de ex compañero de Carlos.» Y finaliza: «Señalo mi desconocimiento total de los estatutos de SADAIC, que no permitían la venta de los derechos de autor.»”
Este es un tema que hemos tocado otras veces y con un poco más de profundidad en el número de junio 2008. Da para profundizar y mucho. Mi impresión es que los que sostienen que Gardel nació en Toulouse argumentan desde la pasión con intención de demostrar lo que “ya saben”. Mientras que por el lado de los que argumentan que Carlos Gardel nació en Tacuarembó tienen más perfil de investigadores desmenuzando en detalle las cosas. Mientras los primeros se conforman con un par de documentos, que bien pueden ser fraguados, los segundos agregan a la documentación existente (en aval de su teoría) una serie de testimonios, fotografías y pruebas adicionales que nadie se detiene en cuestionar. Si bien el primero se asemeja a un cuento “ideal” la segunda versión parece más una novela complicada de enredos familiares. Para saber la verdad hay que querer conocerla, no pararse en ella fanáticamente sin lograr desmontar los argumentos en contra. Por dicha razón consideramos que una institución como el Museo Casa Carlos Gardel debería, como mínimo, cuando describe el origen del mito rioplatense confesar que hay otra versión de nacimiento, aunque ni entre a detallarla. Académicamente es lo que corresponde.
Y tal vez algún día se pueda cotejar ADN de sus restos, con los de Berta y los Escayola, en un ámbito que realmente quiera conocer la verdad sin importarle el resultado que arroje… y recién ahí sabremos con certeza dónde nació el más grande cantor de tangos cuyo barrio fue, sin duda alguna, ¡el Abasto!
Rafael Sabini
[email protected]
En Charlaescolaridadgardel.blogspot.com.ar Iñiguez busca demostrar la escolaridad de Gardel en Montevideo haciendo estudios minuciosos de fotografías...
Presenta fotos y un estudio antropológico que confirmaría que se trata de dos chicos distintos, encajando en la teoría tacuaremboense que sostiene que Charles Romuald era el hijo biológico de Berta mientras que Carlitos era extramatrimonial de Escayola, adoptado por Berta. Uno habría cursado primaria en el Pio IX mientras el otro en Montevideo.
En el Facebook de Iñiguez muestra varias adulteraciones de documentos...
Argumenta mucho y bien, destapando supuestas mentiras...
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Luego de las críticas en redes sociales, vecinos y patrimonialistas se concentraron el miércoles 12 de julio a las 18 frente al Museo Casa Carlos Gardel, Jean Jaurès 735, para reprochar las obras de la puesta en valor, iniciadas en noviembre y terminadas a mediados de junio.
Los convocantes consideran que la puesta en valor impulsada por el Ministerio de Cultura porteño hizo perder la estética y los objetos alusivos a la casa chorizo de los años ´20.
Manifestando sostuvieron que “ya no es una casa, ni un museo, sino un espacio modernizado carente del encanto que tenía el hogar de Gardel”. “Para que esta demencia cometida no se repita en otros Lugares Históricos y para que vuelvan atrás con el error cometido”. Afirman que el Museo se convirtió en un “no lugar”.
Desde el Ministerio de Cultura que dirige Ángel Mahler defienden la propuesta, afirman que permite desarrollar mejor las muestras fijas y transitorias. Además explican que muchos de los elementos, sobre la vida de Gardel o sobre la ambientación de antaño, que se exhibían en la curaduría anterior pertenecen en realidad a coleccionistas privados.
“El diseño museográfico otorga el contexto adecuado a la historia de la vida de Carlos Gardel desde su llegada al país hasta su trágica muerte, atravesando todas las instancias de su carrera artística”, defienden fuentes oficiales.
Foto arriba: Ministerio Público de la Defensa de la CABA. Abajo: circula por redes sociales.