Car Group, concesionario oficial Fiat, abre sus puertas en Av. Jujuy 917
Car Group redobla la apuesta abriendo un local en San Cristóbal
Abasto, Almagro, Boedo, San Cristóbal, Balvanera
Car Group redobla la apuesta abriendo un local en San Cristóbal
La nueva versión del Museo Casa Carlos Gardel cosechó crÃticas en cuanto a la pérdida de calidez, pasando de casa a museo, y además cuestionamientos relativos al análisis historiográfico
Encuentro con el vecino músico trompetista Miguel Ãngel Tallarita
Dos parques y un centro de comercio peatonal
El miércoles 10 de mayo se realizó una multitudinaria marcha en rechazo al engendro jurídico que parió la Corte donde se pretendía ir liberando a los torturadores genocidas. Al llamado de Madres, Abuelas y otros organismos de derechos humanos se sumó el pueblo.
Con el aparato del estado la última dictadura cívico militar no solamente se llevó puesto a los que hicieron algún atentado (la mayoría no están vivos para ser juzgados) ¡sino que además quedaron 30.000 personas desaparecidas! Y un pueblo humillado, reprimido. Desde el Estado torturaron, mataron, violaron, robaron, secuestraron, encarcelaron, mutilaron, exiliaron...
Estos torturadores genocidas han zafado en alguna ocasión con leyes como “Punto Final” y “Obediencia Debida”. El único castigo que venían percibiendo, más allá de alguna reacción espontánea en la calle, eran los escraches. Sin embargo, desde hace ya años se los viene juzgando y muchos están en prisión logrando así que Argentina sea vanguardia internacional en materia de derechos humanos.
Hace unos días la Corte Suprema de Justicia (un nombre que parece un chiste en este contexto) pretendía dejarlos libres si habían conmutado la mitad de la pena, poniendo en funcionamiento una figura legal que no solamente ya no corre, sino que es inaplicable en relación a crímenes que son imprescriptibles por ser de lesa humanidad. Porque los desaparecidos continúan desaparecidos...
Con mucho trabajo –principalmente de Abuelas de Plaza de Mayo- y luego de muchos años 122 chicos apropiados han encontrado su verdadera identidad, pero hay muchos que aún no sabemos quién los crío, ni dónde están.
La reacción popular fue muy fuerte ante esa aberración legal que votó la corte, donde tres de sus cinco integrantes votaron a favor de que los genocidas circulen libremente entre nosotros, tiene un correlato ideológico y es una reacción ante los juicios a los civiles que se están comenzando a gestar por su participación con la dictadura.
Los tres jueces que pasarán a la historia con su intento de contrareforma antidemocrática son:
Horacio Daniel Rosatti, un exministro de Justicia y Derechos Humanos de la Presidencia de Néstor Kirchner.
Carlos Fernando Rosenkrantz quien fue asesor del Consejo para la Consolidación de la Democracia del Presidencia de Raúl Alfonsín.
Elena Highton de Nolasco, una señora (que por su edad debería estar recontrajubilada) en su momento contó con el apoyo del expresidente Néstor Kircher para un cargo en la corte en cuestión.
Esto puede explicar (aunque no fue sin discusión la asunción de alguno tras denuncias de que fue puesto a dedo por el actual presidente) por qué el bloque del Frente para la Victoria los avaló para sus cargos en la corte. Habría que preguntarse e investigar por qué razón votaron como votaron dichos jueces… En otras palabras, si fueron sobornados (o si debían favores). Hoy está en marcha un proceso en su contra por el delito de prevaricato, es decir, fallar contrario al derecho.
Por otro lado, de ninguna manera esta norma convalida el apoyo popular masivo. Se han hecho encuestas donde se habla de que el 88% de la población quiere justicia en estos crímenes.
Es más, tenemos una reciente historia cuando -luego de aprietes económicos y políticas que beneficiaban a unos pocos, y a inversores buitres, pero perjudicaban al país en su cuasi totalidad- la gente salió a la calle y logró quitarse de encima una presidencia vergonzosa. La gota que rebalso aquel vaso fue el “estado de sitio” impuesto por el entonces presidente De La Rúa que tuvo que escapar en helicóptero ante la revuelta popular que costó, represión de por medio, más de veinte muertos.
La reacción popular tuvo su correlato en los representantes, poco a poco y a medida que iban pasando los días cada vez más políticos se despegaban de este mamarracho jurídico. También hubo reclamos internacionales repudiando este engendro de ley, ¡incluyendo a la ONU!
Se buscó un parche legal vía la Cámara de Diputados, ante esta situación solamente quedó el diputado (PRO) Alfredo Olmedo votando a favor de la medida. 43 estuvieron ausentes, alguno de manera alevosa. Pero ¡211 diputados votaron en contra de la aberración jurídica! Prontamente el Senado (56 votos a 0) convirtió en ley la limitación del 2x1, resta que la promulgue el Ejecutivo de Mauricio Macri (pese a que esta línea política viene siendo promotora de este tipo de beneficios, con el fin de escudar así a los cómplices e ideólogos civiles, bajo el discurso de buscar “cerrar la grieta”).
Recordemos que Diego Guelar, secretario de Relaciones Internacionales del PRO, consideró (Infobae, 31 de diciembre de 2009 ) que hay que 'saldar nuestro pasado trágico con una amplia ley de amnistía'. Luego desde el PRO plantearon que no eran 30 mil sino nueve mil los desaparecidos, la primera vez le costó el cargo al entonces ministro de Cultura, Darío Lo Pérfido. Sin entrar en esa polémica el presidente Mauricio Macri prometió “terminar con el curro de los derechos humanos”. Y de estas perlitas hay muchas. Sin embargo, lejos estamos de pensar que todos los políticos, ni los votantes del PRO/Cambiemos, compartan ésto. Por lo general la gente pide justicia.
Y el 10 de mayo el apoyo popular fue muy masivo en todo el país en las marchas en contra del beneficio del 2x1. ¡Todos por un NUNCA MÁS! Esta sociedad paró un estado de sitio en el 2001. Y nuevamente mostramos lo que NO queremos. Las cifras estimadas, pese a que los subtes (al menos A y B) frenaron y luego redujeron la afluencia, son de 500.000 personas a la Plaza de Mayo (obviamente llenado las inmediaciones) y otro tanto en el resto del país, sumando así un millón de personas movilizadas.
Argentina ha hablado.
Rafael Sabini
[email protected]