Después de estar unos meses en la costa por cuestiones labores, vuelvo a la ciudad y me encuentro sorprendido por algo que era de prever… el caos para estacionar en la zona de Almagro… ¡Qué complejo que esta todo! Los comerciantes se quejan porque el sistema de foto por moto cada vez más espanta a sus potenciales clientes, por la Avenida Corrientes. Estos cazadores o recaudadores motorizados, circulan cada dos horas por la avenida más importante de Buenos Aires; si alguien quiere hacer el número en pesos de lo que recaudan con esto, les aseguro que no vale la pena, seria amargarnos aún más.
El barrio esta creciendo (nuevas construcciones con doble frente de garaje). Estos suma una densidad habitacional muy grande pero sigue generando déficit en cuanto a plazas para estacionar. En un nuevo edificio habitable para 160 personas, solo habilitan 8 cocheras, algo esta fuera de escala en este nuevo proyecto de cambiemos de urbanizar nuestro barrio donde dejamos de tener casas para tener torres de edificios. A ésto debemos sumarle los aranceles por los pocos estacionamientos que van quedando. Ya la estadía llega a 350 pesos. Hablando con un propietario de garage cercano a Corrientes y Bulnes le comento… “Che, cara la estadía”... Me dice: “El que quiere que la pague, pronto vendo la propiedad y listo, que se maten…” Esa frase tan simple, tan urbana, nos hace ver como sociedad, a esos lugares no tenemos que llegar, esa frase encierra todo esta proceso que estamos atravesando, sinceramente pobre y miserable.
Por un lado sigue el déficit en transportes públicos para los que se acercan del Conurbano a Capital, los trenes Mitre y San Martin, todos los días con demora. Escucho casos de gente que para llegar de Tigre a Once tarda entre dos o tres horas. Si además trabaja ocho horas, casi tres cuartas partes del día fuera de su hogar… No es de mi agrado una sociedad donde predomina este clima.
Volví de la costa extrañando mi barrio y ahora que lo veo… ¡tengo ganas de volver a la costa!
Abrazo grande a todos y dos meses fue una enormidad en el tiempo para estar distantes.

Eduardo Scofu
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