Entrevista
a Héctor
Rolón,
campeón múltiple
de billar, la pasión
de su vida...
Maestro
de billar
Héctor
Rolón nació
en San Telmo en 1940. De
oficio relojero decidió
a los 34 años dedicar
una jornada paralela a su
pasión que era, y
es, el billar. Cuenta que
en ese entonces entrenaba
unas siete a ocho horas
por día; de mañana,
al mediodía y toda
la tarde. Cuando no trabajaba
estaba con un taco de billar
en la mano. Su primer maestro
fue Manuel Gilves. El año
era 1974 y le había
llamado la atención
como se marcaban las mesas
con sus cuadros para los
seriados. ¡Al año
hacía boladas de
hasta 100 carambolas!
“Mi
asenso a primera fue muy
rápido. En el ´81
ya jugué en primera.
Debuté en quinta
categoría libre,
ganando invicto, en 1977”,
me cuenta. “En el
´78 triunfé
en la cuarta categoría,
aparte de debutar al cuadro
47/2. En el ´79 participé
en la tercera categoría
libre y obtuve la victoria
en cuadro”
remata mostrando como fue
mejorando año a año.
“En
1981 jugué la tercera
categoría libre logrando
el record argentino con
un promedio general de 32.
¡Ese récord
sigue estando vigente, nadie
lo batió! También
gané, como te comentaba,
en la primera y la segunda
categorías. Logré
igualar el record argentino
de 500 carambolas en una
sola entrada, siendo el
sexto jugador en la historia
que logra esta marca, detrás
de Carrera, Piscitello,
Berardi, Gilves y Yasbek.
“A
los años de jugar
en primera me ofrecieron
ser director de sala y empecé
así a enseñar.
En 1991 logré ser
campeón argentino
al cuadro 71/2. Representé
al país en el Campeonato
Mundial que se disputaba
en Bélgica donde
también tomé
clases con el maestro Emile
Wafflard. Fueron clases
costosas pero aprendí
muchísimo. Principalmente
en cómo se ejecuta
la bola con el taco. Luego
de eso gané unos
cuantos campeonatos seguidos.
De 47/2, libre y otros.
Y en 1994 recibí
el Olimpia que es el premio
mayor para un deportista”.
Y ahí me muestra
con orgullo una foto recibiendo
el premio junto con muchos
otros deportistas, algunos
conocidos para todo el mundo,
como Gabriela Sabatini enotros
de deportes con menor divulgación
que como él pasan
a la fama prácticamente
sólo en su ambiente.”
¿En
algún momento dejaste
la relojería y te
dedicaste de lleno al billar?
“Sí. Cuando
comenzaron a venir todos
los relojes importados dejé
la relojería y entonces
ya me dediqué de
pleno a esto. Estamos hablando
del ´86 o ´87.”
¿Desde
qué año estás
en el Boedo Billar Club?
“Bueno, yo nací
billarísticamente
en el Boedo Billar Club.
Después tuve que
emigrar a otros clubes para
ser director de sala, porque
acá ya había.
El destino quiso que vuelva
a la cuna. Esto fue en el
año ´99. Desde
ese entonces es que estoy
brindando el conocimiento
que adquirí en todos
estos años e incluso
en clases especiales en
Bélgica. Todo ese
saber es el que yo con todo
agrado vuelco hacia mis
alumnos.”
¿Competiste
en todas la variantes del
billar?
“Sí, sí.
En Tres Bandas llegué
a primera pero como estaba
dedicado a los juegos seriados,
dejé y me dedico
a las otras variantes.”
Él
hoy da clases gratuitas
de libre y de cuadros para
los socios en el Boedo Billar
Club. Tres Bandas tiene
más adeptos pero
lo que él enseña
es “el origen y la
madre de todo”.
Rolón
insiste en que mencionemos
que está comenzando
el Selectivo de la Sexta
Categoría. Rolón
cuenta que en “Bélgica
los jugadores comienzan
de chicos, como en cualquier
otro deporte, muchas veces
ya a los siete, ocho años.
Acá, por la historia
y los actuales prejuicios
eso parece hoy imposible.
Además, la situación
económica es otra.
Pero si vos te fijás,
el ambiente es sano, no
se fuma, la gente está
concentrada. Además
el billar estimula mucho
las neuronas, principalmente
en lo que se relaciona con
la física y las matemáticas.
A mí me alegra mucho
cuando se inscriben el padre
con sus hijas o hijos, porque
es un modo de que se vayan
acercando jóvenes
a este fabuloso deporte.
Es muy importante que los
padres se acerquen para
ver en qué ámbitos
quedan los hijos. Acá
van a ver que no hay drogas
y que, con la nueva ley,
tampoco se fuma. El ambiente
actual del billar es excelente.
Acá no se juega por
nada. Es un ambiente deportivo.
Hoy por hoy están
viniendo algunos chicos
y chicas jóvenes.”
R.S.
Véase:
Historia
del billar y
Boedo
Billar Club
Revista El Abasto, n°
85,marzo, 2007.