¿Qué
nos dice el tango de...?
Dentro de
la vasta cantidad de letras
de tango que existen, decidí
separar dos que toman la
temática de las adicciones
y vicios. La más
conocida de ambas es "Los
Mareados", de Cobián
y Cadícamo. Originalmente,
se la llamó "Los
Dopados", y fue estrenada
en 1922 en el Teatro Porteño.
Su letra distaba bastante
de la actual y en una de
las estrofas que se guardan
decía así:
Pobre piba, entre dos copas
/ tus amores han logrado.
/ Triste hazaña de
un dopado / que hoy festeja
el Cabaret. Años
más tarde, Troilo
la descubrió y la
rescató, haciendo
la versión actual,
junto a Cobián. Sin
embargo, por cuestiones
de moral militar, durante
la censura de 1943 sufrió
el cambio de título,
así como tantos otros
tangos, y pasó a
titularse "En mi pasado".
En ese entonces, se censuró
el lunfardo y cualquier
mención a excesos
de cualquier tipo. La letra
también sufrió
varios cambios, que le hacían
perder su esencia original,
hasta que en 1949 se levantó
la censura y se la recuperó
como se la conoce actualmente.
El segundo
tango que puede relacionarse
con la temática,
es "Fumando Espero".
Comienza así: Fumar
es un placer / genial, sensual...,
y continúa con el
relato de un personaje a
la espera de su amante.
La estrofa final es la que
mayormente puede ser relacionada
a la droga: La hora de inquietud
/ con él no es cruel...
/ sus espirales son sueños
celestiales / y forman nubes
/ que hacia la gloria suben,
/ y envuelta en ella / su
chispa es una estrella /
que luce clara y bella /
con límpido fulgor.
Hay quienes llegan a opinar
que se trata de la marihuana.
Sin embargo, si fuese tabaco,
común y corriente,
también vale porque
la nicotina es una droga.
A lo largo de la letra se
menciona constantemente
al cigarrillo.
De todos
modos, si tenemos que hablar
de vicio y de viaje sin
retorno, podemos poner al
tango como una droga. Según
los milongueros, es algo
que entra en tus venas...
y es casi imposible de abandonar.
Catalina Cabanas
[email protected]
Revista El Abasto,
n° 76, mayo 2006.