Entrevista
a Bernardo Cappa
Teatrista
todoterreno
Poder encontrarnos con Bernardo
y hacerle esta entrevista
fue algo bastante complicado
para poder coordinar los
tiempos de ambos. El tema
es que el muchacho en cuestión
parece ser que viene bastante
atareado, con mucho laburo,
proyectos, etcétera.
Lo que nos alegra mucho
por él. Pero una
vez logrado el contacto
aquí van algunas
de las cosas que nos dijo
el quía en cuestión:
¿Cómo
empezaste en esta movida
del teatro?
“Mirá, empecé
a estudiar en la Escuela
Municipal de Arte Dramático
cuando terminé la
secundaria, hice antes algunos
cursos pero poco serios.
No sé muy bien por
qué pero no podía
pensar en hacer otra cosa.
Después comencé
a estudiar dramaturgia porque
sentía una gran orfandad
como actor, no podía
constituir una poética
propia, ahora sé
que era porque me había
quedado en la representación.
Confiaba demasiado en ese
procedimiento, escribiendo
me redescubrí como
actor, encontré un
campo asociativo mucho más
amplio, descubrí
el "entre", la
intensidad, pero me quedé
atrapado en mis propios
textos. Es muy erotizante
escribir. Entonces, después
cuando se los dirige, uno
queda un poco en deuda con
aquello que se produjo cuando
se escribió y se
intenta esquivar el problema.
La teatralidad es otra cosa,
una escena no está
contenida en un texto, un
texto sólo puede
aportar una proposición
de lenguaje que el actor
debe superar reinventando
el suyo.”
¿Y
vos cómo te llevas
con esto que decís?
“Ahora no estoy trabajando
ni siquiera con texto escrito,
el texto sale de los ensayos
y ni siquiera está
escrito, se recuerda con
el cuerpo en el recorrido
de la obra y se repite.”
¿Y
cómo continuás
perfeccionándote
en tu profesión,
en forma autodidacta después
de tu recorrido o continuás
estudiando con "maestros"?
”Estoy en estos momentos
tomando clases de actuación
con Bartís. Y aprendo
mucho de dirección
con él, de cómo
orientar una escena, proponer
un ritmo y descubrir el
lenguaje.”
Escribís,
actuás, dirigís,
das clases. ¿Por
qué toda esta suma
de actividades? ¿Cuáles
de todas éstas te
representa más? ¿Y
cuál de ellas no
podrías dejar de
hacer nunca y por qué?
“No te puedo precisar
qué me gusta más.
Porque dirijo muy activamente,
muy encima en la escena,
casi actuando... En cambio,
para mí, actuar es
muy angustiante porque me
produce mucha ansiedad pero,
al mismo tiempo, es muy
placentero y en las funciones,
siempre, la pasa mejor el
actor que el director.”
En tu rol de docente, ¿sobre
qué trabajas?
“Doy clases como una
forma de vida pero es muy
estimulante porque exige
una revisión constante
de la actividad, hay que
estar muy alerta para no
caer en la tentación
de enseñar acerca
de cómo llegar a
un resultado sino cómo
producir campos de creación.
Ser un estímulo y
saber aprender de los alumnos...
Yo me propongo ser un estímulo,
alguien que banca pero que
no enseña o enseña
lateralmente, apuntando
todo el tiempo a modificar
los mecanismos. También
doy clases en una institución
y ahí se hace difícil
porque la propia estructura
de ésta atenta contra
la creatividad, es un lugar
seguro, donde es muy difícil
producir algo, generando
así un vínculo
con los alumnos muy poco
creativo, es dificultoso.
Pero tiene el incentivo
de proponerse como contrincante,
entonces, uno puede actuar
contra eso, es medio esquizo
pero es algo, ¿no?
¿Cómo
elegís a tus actores?
“A mis actores no
los elijo, algo pasa que
termino trabajando con cierta
gente, creo que son ellos
los que deberían
elegir mejor.”
Hace
un tiempo que rondás
el Abasto ya sea viviendo,
dando tus espectáculos
y clases y hasta, incluso,
en algún momento
tuviste una sala por esta
zona. ¿Es por algo
especial o no? ¿Representa
algo esta zona de Buenos
Aires o en absoluto?
“Me mudé al
Abasto medio de casualidad,
es un barrio muy atractivo
por la inmigración.
Es muy estimulante ver a
los judíos ortodoxos
con su ropaje y a los peruanos,
a los bolivianos, a los
travestis... Está
bueno, además, que
existan tantos teatros pero
considero que todo es muy
casual, que no se cuida,
que nadie hace nada desde
el gobierno para facilitar
la actividad pero, bueno,
eso es parte de nuestra
cultura.
Por
último, ¿qué
lugar ocupa el humor en
tu vida y en tu producción
teatral?
“El humor es una forma
de acercarse a la esencia
de lo poético, es
la posibilidad de producir
contagio, de atravesar la
realidad y asomarse a otro
territorio más noble,
menos mezquino. La solemnidad
es una estrategia del poder
para hacernos creer que
sin él no existimos
y, también de nosotros
mismos que le creemos y
lo afirmamos.”
M.S.
Revista El A basto,
n° 75, abril 2006.