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TEATRALES
Radiante
espectáculo
La noche transcurre lenta
por el cielo, cargado de
nubes y smog, de Buenos
Aires. Por el patio de lo
que fuera esta vieja aceitera
hoy convertida en la Ciudad
Cultural Konex muchos visitantes
recorren mientras otras
desperdigadas en distintas
reposeras "retozan"
comódamente o, simplemente,
charlan en grupos. Así
transcurre la espera para
ver esta última creación
de Gerardo Hochmann, Sanos
y Salvos. En un momento
dado, en esa enorme escalera
diseñada por Clorindo
Testa aparecen los distintos
músicos, también
protagonistas de este espectáculo,
quienes ejecutan una melodía
a modo, si se quiere, de
preámbulo de lo que
será este festivo
show circense teatral.
Definir
en palabras a Sanos y Salvos
es casi imposible. Lo único
que puede decirse es que
este espectáculo,
inscripto en la línea
del nuevo circo, es una
explosión radiante
de vitalidad, de buen humor,
de colorido, de destreza
tanto corporal como musical.
Los distintos integrantes
de este show hacen gala
de un excelentísimo
grado de manejo corporal.
Hochmann nos muestra a través
de estos, sus intérpretes,
una sucesión de diversas
secuencias donde reina acrobacia
al por mayor, algunos momentos
de danza aérea francamente
bellísimos como,
por ejemplo, cuando dos
chicas parecieran a través
del uso de sus respectivos
arneses ir caminando por
sobre el aire. Las imágenes
que se desprenden de ese
momento rozan la pura poesía
escénica. Hay en
esta troupe un personaje
que es una especie de pájaro
loco entre burlón
e ingenuo, sumamente juguetón,
el cual oficia por momentos
como si fuera una especie
de bufón de este
espectáculo y cada
salida suya produce las
delicias de los niños
que presencian dicho espectáculo.
En cuanto a la banda sonora,
es un pilar casi fundamental
de esta creación,
la misma arremete todo el
tiempo y suena en sus melodías
entre ese espíritu
profundamente festivo y
con un cierto dejo de melancolía
el que, por momentos, nos
remite a ciertos tangos
piazzolianos como a aquellas
bandas sonoras de las películas
de Kusturica, ejecutadas
tan magistralmente por Goran
Bregovic. Sí, la
música de Sanos y
Salvos es absolutamente
circense, sin perder esa
letanía nostálgica
tan propia de los circos.
Si
aún no vio este espectáculo,
qué espera para ir
a verlo. Tenga en cuenta,
que si no va se arrepentirá
por mucho tiempo de lo que
se ha perdido.
Ficha Técnica: Espectáculo:
Sanos y Salvos.
Creador y Director: Gerardo
Hochmann. Sala: Ciudad Cultural
Konex (Sarmiento 3131).
Marcelo
Saltal
[email protected]
Revista El Abasto, n°
75, abril 2006.