La calle se tomó jugando
Este fin de semana Humahuaca volvió
a vestir de fiesta. Luego de las tradicionales
Milongas de la Calle Humahuaca que
pudimos disfrutar hace ya más
de un año en una serie de,
si no me equivoco, diez, la calle
Humahuaca, entre Bustamante y Billinghurst
volvió con la convocatoria
de reunir gente por la expresión
y el juego. Si bien el grupo en principio
no es exáctamente el mismo,
el calorcito sale del mismo lugar:
la Casona Cultural Humahuaca. Esta
vez junto con el Instituto del Tiempo
Libre y Recreación y el Grupo
Los del Marco presentaron al barrio
una “feria viviente de juegos”.
Con los “juegos de ayer, de
hoy y de siempre”. Así
el visitante pudo disfrutar de rayuela,
tejo, tatetí, juegos con autitos,
soga, elástico, rondas, yo-yó,
balero, mancha, ladrón de la
vereda, pelota, etcétera. También
hubo una esquina para la lectura de
historietas y los chicos, o no tan
chicos, pudieron dibujar. Además
hubieron títeres.
Incluso participó
más de una murga, donde nada
hubo que envidiarle al Uruguay. Hubieron
tamboriles y música en general.
Se juntó mucha gente. Desde
familias de curiosos, más que
nada con chicos, hasta los más
grandes. Un objetivo de la Cumbre
de los Juegos Callejeros, cuentan,
es “continuar la tradición
e identidad de los juegos. Y recuperar
el caudal lúdico y trasladarlo
al presente. Porque creen que para
“afianzar los lazos vecinales,
amistosos y familiares no hace falta
poner más barrotes, sino educarnos
en nuestra idea de comunidad, desde
muchas actividades y valores: uno
es jugar y educarse jugando”.
Esto lo repito porque los organizadores
entre juego y juego y además
de obsequiar buena onda y convidar
con chocolate caliente con galletitas,
también regalaron una pequeña
revista donde explican un poco de
cada juego y el por qué de
dicha fiesta. Porque eso fue: ¡una
verdadera fiesta en la calle!
R. S.
Abasto, 29/5-2006
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